ErdT-E1-LAP-Ragdorak 2

Escena I – La alegre pandilla – Ragdorak 2
«Oh, vamos», ríe Ragdorak, «vamos a ver qué tiene que ofrecer este caballero, Sigmund. ¡Tú siempre tan malpensado!»

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Escena I – La alegre pandilla – Sigmund 2
«Ya estamos bien donde estamos», asevera Sigmund mientras no pierde detalle de la cortina que da hacia la trastienda. «Traiga aquí sus mercancías, por favor.»

Escena I – La alegre pandilla – de GM a Sigmund 1
«A-ha!», responde el vendedor apenas sin perder la sonrisa, «también tengo vestimentas de lo más cálido.
Las guardo también en la trastienda. Allí guardo lo mejor de lo mejor de mi mercancía. Entenderá vuesa merced que sería todo un desperdicio dejar que según qué chusma plante sus zarpas sobre mi mejor mercancía, ¿cierto? Ha de saber que tengo tantos y tantos problemas con los ladrones y otras molestias por el estilo…
¿Me acompaña a la trastienda para examinar mis mercancías? Creo que se verá
gratamente sorprendido y, sin duda, me enorgullezco de mis precios. Le aseguro que no encontrarás nadamás barato y de tanta calidad!»

OOC
<Sarah> Perdonadme por llegar tarde. He tenido un montón de temas de «vida real» que atender. Y sí, yo también estoy ansiosa por jugar y hola a todos 🙂

Escena I – La alegre pandilla – Sigmund 1
Sigmund se une a Ragdorak y se acerca a observar al vendedor. Conoce de sobra a los hombres como él. Seguro que se aprovechará de la encantadora ingenuidad de Ragdorak para vender cualquier baratija. Hagamos que la impresionante presencia de Sigmund haga desistir a este estafador de intentar tal cosa. Y para enfatizar su postura, Sigmund apoya su mano en la empuñadura de espada y mientras le dedica al vendedor una mirada de las que dicen ‘no intentes nada raro, muchacho’. Concretamente, dice «pues yo busco un buen chaleco o algo de ropa de abrigo para llevar bajo la armadura. El frío es nuestro destino y el calor mi necesidad. Pero que no te pueda la avaricia, buhonero, o probarás la justicia de mi frío acero».


OOC
<James> ¡Hola a todos! Feliz roleo. Bienvenida al redil dungeonero, Lucy. Yo también soy más de Ciencia Ficción, pero tontear de vez en cuando con la fantasía es algo insuperable 🙂

Escena I – La alegre pandilla – Spinglass 1
A Spinglass le molesta la oscuridad de la tienda y simple la cercanía de sus paredes. Todos estos artefactos humanos son baratijas que le hacen sentir incómodo. La ciudad ya es lo suficientemente opresiva y, sin embargo, cada nuevo lugar que visitas es más opresivo que el anterior. Este villorrio, concretmente, es un vasto panal de pequeños habitáculos de piedra habitadas por extraños humanos como éste buhonero.
El elfo observa cómo Jetfra inspecciona el lugar. Si hay flechas a la venta, comprobará su calidad y precio (si son buenas y cuestan menos 3CO por flecha, entonces comprará 10). De lo contrario, se quedará junto a la puerta por donde podrá salir rápidamente en caso de necesidad.


OOC
<Lucy> ¡Sí, gracias GM! Yo también me muero de ganas por jugar. Esta es la primera vez que juego a AD&D, normalmente prefiero la Ciendia Ficción

Escena I – La alegre pandilla – Jetfra 1
Mientras Ragdorak charla con este vendedor tan zalamero, Jetfra echa un vistazo a la tienda en busca de posibles puertas secretas en las paredes o trampillas disimiladas en el suelo. No ha olvidado lo que Jenda le dijo acerca de estar siempre en guardia. Nunca se sabe.


OOC
<Daniel> ¡Muchas gracias! ¡Estoy ansioso por jugar esta partida con vosotros!

Escena I – La alegre pandilla – Radorak 1
Ragdorak se rasca la cabeza mientras inspecciona al tendero y su variada mercancía. «Qué buena tienda tenéis». Y le devuelve la sonrisa, como el cortés mago que es. «Supongo que no vendes ropa, ¿verdad? Estoy buscando un par de guanteletes de cuero. Algo que mantenga mis manos secas bajo la lluvia y calientes ante la nieve.»


OOC
<GM> Bienvenidos a la partida. ¡Espero que os guste!

Escena I – La alegre pandilla
Os encontráis ante la típica tienda de pueblo en la que venden de todo. Desde flechas hasta hatillos de cecina.
Ragdorak abre la puerta de la tienda de provisiones y entra, seguido por Spinglass el elfo, Jetfra el mediano y Sigmund el paladín.
Un corpulento individuo vestido con el típico delantal de tendero se acerca al
grupo y sonríe con la típica y amplia sonrisa de todo comerciante que se precie. “Bienvenidos a mi tienda, buenos amigos. ¿De viaje quizás? ¿En qué puedo ayudarles en esta hermosa y soleada mañana? ¿Unas pintas de cerveza para refrescar el gaznate después de una larga aventura? ¿Una deliciosa rebanada de pan recién orneado? También les puedo ofrecer carnes de todo tipo. Aderezadas en dulce y en sal, fruta, verduras y todas las conservas que se puedan imaginar. Si cabe en el tarro, lo escabecho. Así me hice famoso en el pueblo.”
Por fin, el tendero detiene su verborrea para tomar aire y balancear su panza orgulloso con sus pulgares bien metidos en su cinturón.
Y su sonrisa, que no falte.


Este texto es una traducción y adaptación de un fragmento de la escena de ejemplo que aparece en Quest (pp. 20 – 28)  método de juego de rol por Email desarrollado por Forever People Games & RPG.
Lo comparto aquí por que actualmente casi del todo ilocalizable.
Es más, si alguien me indica dónde se puede conseguir pagando cambio el enlace inmediatamente. Por que esta gente se merece todo el reconocimiento y más.

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