Huída de la Oscuridad | Samuel+Juan Rico | Capítulo 11 Turno 1 PJs

Hola, estás leyendo ya el final de esta aventura con el añadido del texto de los PJs (marcados en verde).


Capítulo 11. Ante el Rey

Mientras Lobo Solitario anda perdido en estas reflexiones, entráis en la Cámara de Estado, un salón magnífico, lujosamente decorado en blanco y oro. El Rey y sus más inmediatos consejeros están estudiando un gran mapa extendido sobre una mesa de mármol en el centro de la cámara. En sus rostros aparecen hondas huellas de preocupación y concentración. En el salón se hace un profundo silencio cuando tú informáis al Rey de la situación. Del ataque sobre Toran ya sabían por los refugiados que de allí han ido llegando, pero la muerte de los compañeros del Kai y los pormenores de vuestro viaje hasta la ciudadela es devastador para los presentes en la Sala del Trono. Cuando acabáis vuestro relato, el Rey se acerca a Banedon y, tomándole por el hombre, le dice:

-Banedon, no eres el único de entre tus hermanos del Crystal que ha sobrevivido y a ellos deberás unirte para ayudarnos a luchar. Tus artes y la de tus hermanos serán esenciales para que podamos resistir el asedio de las Fuerzas de la Oscuridad hasta el regreso de tu compañero.

Dicho esto, se gira a Lobo Solitario y toma su mano derecha entre las suyas.

-Lobo Solitario, has dado muestras de abnegado valor, cualidad que debe poseer todo auténtico Señor del Kai. Tu viaje hasta aquí ha estado lleno de peligros y, aunque las noticias que nos has traído son para nosotros un doloroso golpe, el espíritu de tu determinación es como un rayo de esperanza en esta hora funesta. Has honrado la memoria de tus maestros y por ello te alabamos.

Y así Lobo Solitario recibe las alabanzas y el agradecimiento cordial de todos los consejeros, honores que hacen que un cierto rubor aparezca en su rostro juvenil. El Rey levanta la mano y todas las voces se callan. -Has hecho todo lo que Sommerlund puede exigir a un hijo leal, pero el país aún te necesita. Los Señores de la Oscuridad son de nuevo poderosos y su ambición no conoce límites. Nuestra única esperanza reside en Durenor, en el poder que ya una vez derrotó a los Señores de la Oscuridad hace siglos. Lobo Solitario, eres el último de los Señores del Kai y posees las destrezas requeridas. ¿Quieres ir a Durenor y traer la Espada del Sol? Sólo con ese don de los dioses podemos aplastar este mal y salvar a nuestro país.

<Respuesta Lobo Solitario?>

-¡Naturalmente, Señor!,- responde Lobo Solitario – ¡iré a por esa sagrada reliquia y cortaré las cabezas de esta maldita hidra que nos desafía!.¡Por el Kai!, ¡por Sommerlund!-

A lo que Banedon añade, -En estos tiempos sombríos es una tremenda alegría saber que aún quedan hermanos de Toran con vida y fuerzas para rechazar el ataque de las huestes de las tierras oscuras. Magestad decidme donde mis cualidades podrían ser de más utilidad para salvar nuestra capital, estoy dispuesto a lo que el destino me depare para ayudar al reino.

Y se gira a Lobo Solitario para decirle,  -Lobo Solitario, he de decirte que todas la leyendas que he escuchado en Toran sobre los guerreros del Kai se quedan cortas, el arrojo y determinación que has demostrado hacen que dentro de mi crezca una llama de esperanza que brilla como el cristal de mi gremio. Quizá dentro de mí algo me está diciendo que si ponemos todo lo que tenemos aun nos queda esperanza y fe para derrotar a los ejércitos que se aproximan a la capital. Aunque también algo me dice que esto ha sido solo el comienzo de una etapa convulsa y peligrosa etapa que nos ha tocado vivir. Pero nunca pude imaginar mejor compañero para caminar en estos tiempos aciagos. Suerte en tu viaje, ve en busca de tu destino se que reino vecino de Durenor nos ayudará como antaño. Somos reinos hermanos y acudirán a nuestra llamada, de eso estoy seguro.

Lobo Solitario atiende a las palabras de Banedon y responde, -Es una lastima que nuestros caminos difieran, espero que todo sea para bien. Tu ayuda ha sido inestimable en este viaje infernal desde el templo de Raumas en el que nos encontramos. Seguro que nuestros poderes combinados aportarán contra estas hordas malditas, y espero que nos volvamos a ver cuando llegue con la espada. Les daremos a los señores de la Oscuridad una buena patada en su oscuro culo. ¡Por Sommerlund, por nuestro pueblo, por nuestro Rey!

-Pero antes que nada, su ilustrísima, hay un asunto que me gustaría comentar.- Continúa Lobo Solitario girándose hacia los nobles y militarse presentes -¿Cómo es que todos estos ejércitos de Giaks, Lobos, kraans, que nos acechan se han plantado a las puertas de nuestra capital de un día para otro?. Permítanme decirlo: Hemos sido muy negligentes, ¿donde estaba nuestra inteligencia, y nuestra contrainteligencia para avisarnos de lo que se nos caía encima?. Hemos sido traicionados, sí, por Vonotar pero ¿qué nos ha vuelto tan ciegos?. -Lobo Solitario echa un ojo al resto de los consejeros-. Encontrar la espada es mi misión, sólo espero que este secreto no caiga en malas manos y de buenas a primeras me pisen los talones los Señores Oscuros y sus sicarios-.

El Rey y sus consejeros mantienen un incómodo silencio.

FIN


Y, de momento, aquí nos quedamos. Si te ha gustado este turno, puedes leer el resto en los enlaces de más abajo o incluso leerte el resultado final en nuestro GoogleDoc: http://bit.ly/SMORPG-LS-2

Te invito también a que sigas las nuevas aventuras de Lobo Solitario (y también un poquito de Banedon) siguiendo el próximo libro de la saga: Fuego sobre el agua.

Me despido con el profundo reconocimiento al autor original de estos libros (Joe Dever) y a las buenas gentes que recopilan su obra: Project AON. Para más detalles sobre la autoría de estos contenidos, clica aquí.

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar